martes, 8 de noviembre de 2011

Santos María Pego

Santos María Pego
Estancia en Canarias [1863-1866]





Santos María Pego: Autorretrato
           La labor fotográfica emprendida en el archipiélago canario por Santos María Pego durante el lapso de tiempo comprendido entre los meses de julio de 1863 y abril de 1866, se desarrolló en dos facetas de una misma actividad que aunaba la creación artística y la serialización del producto, con el consiguiente abaratamiento del mismo.
            Pego dedicó parte de los momentos de ocio que disfrutaba tras su jornada como empleado público a la realización de centenares de retratos en formato carte de visite, algunos de ellos de impecable factura que, ocasionalmente, fueron convertidos en hermosas ampliaciones monocromas o iluminadas. El resto de su tiempo libre lo empleó en la formación técnica y científica de varios discípulos interesados en continuar, cuando se produjera su prevista marcha de las Islas, en el ejercicio de la nueva y, al parecer, rentable profesión artística.

            En efecto, además de su propio e inicial Gabinete Fotográfico, que estableció en Santa Cruz de Tenerife, contribuyó eficazmente a que se constituyeran otros en las islas de Gran Canaria y La Palma, que estuvieron ocasionalmente bajo su dirección.

La puesta en circulación comercial de los retratos fotográficos en tamaño tarjeta de visita, que habían sido patentados en 1854 por A. Disdéri, estuvo a cargo en Canarias de dos estudios cuya instalación fue prácticamente simultánea: Pego y Belza.

Todo parece indicar, sin embargo, que fuera Santos María Pego el introductor de esta modalidad técnica en el archipiélago, si tenemos en cuenta su actividad fotográfica anterior a 1863, llevada a cabo en la ciudad de Cádiz, como más adelante explicaremos con detalle.

Su obra fue continuada principalmente por tres aventajados alumnos: el magistrado-fotógrafo Luis Gonzaga del Mármol, constructor y propietario de una excelente cabaña en Las Palmas de Gran Canaria; Aurelio Carmona López, con quien compartió gabinete en Santa Cruz de La Palma y Manuel García Rodríguez, que se hizo cargo del suyo propio en Santa Cruz de Tenerife, a partir de 1866, cuando tuvo lugar el retorno definitivo de Pego a la Península.


Santos María Pego:
Plácida Diston y Orea de Edwards
Agustín Díaz Núñez
Encarnación Carta y Quintero


Santos María Pego en Canarias [1863-1866]



Santos María Pego: Autorretrato
          La primera noticia sobre su arribo a las islas la publicó el periódico El Guanche, de Santa Cruz de Tenerife, en su edición del 10 de julio de 1863, y dice:

            Parece que por orden de la Dirección General de Obras Públicas de 22 de junio último, se ha mandado establecer en esta Capital el Depósito de efectos de faros que debe haber en la Provincia habiéndose nombrado guarda-almacén del mismo, al que lo fue del de Cádiz D. Santos María Pego. Esta resolución nos hace abrigar la esperanza de que no está lejos el día en que se proceda a iluminar todos los faros de estas islas.


            Nueve meses más tarde, los diarios El País y El Ómnibus, de la vecina Las Palmas informaban que:



            El fotógrafo español D. Santos M. Pego discípulo de Mr. Keri [sic] artista célebre de París, viene a esta ciudad dentro de muy poco tiempo a ejercer en ella su profesión: celebramos esta casualidad que nos proporciona el tener por algún tiempo en nuestro país tan buen profesor.



            E insertaban en sus páginas el siguiente anuncio:



            Fotografía Española.

            D. Santos M. Pego fotógrafo español establecido en Santa Cruz de Tenerife, y cuyos trabajos son conocidos ya en toda la provincia, pasará a esta ciudad en el próximo mes de mayo a ejercer su profesión, haciendo retratos desde el tamaño de un anillo hasta el natural, en negro o iluminados y vistas de todas dimensiones y géneros [2].




Santos María Pego: Ángel Gámez y Franchy
           El País, de dicha ciudad, ampliaba la información y dedicaba innumerables elogios, tanto al artista como a las instalaciones de que disponía, en sendos números publicados en agosto y septiembre de 1864 [3]:



            Ha llegado a esta ciudad el conocido fotógrafo D. Santos María Pego que, según anunciamos oportunamente, ofrecería sus trabajos al publico.

           El buen éxito que ha obtenido en su arte el Sr. Pego, tanto en la Península, como en Tenerife, donde hemos sido testigos presenciales de la multitud de personas que continuamente frecuentaba su establecimiento, debe ser motivo suficiente para mover al público canario a acudir igualmente a la elegante galería fotográfica que de antemano ha hecho construir en esta ciudad, nuestro afectísimo amigo D. Luis G. del Mármol.

           Nosotros hemos visto esta preciosa cabaña levantada al efecto, y dotada de las cualidades más excelentes, y nos damos el parabién de poseer un establecimiento que puede competir con los de las primeras capitales.

            Esperamos que nuestros paisanos no dejarán fallidas las esperanzas del mejor fotógrafo que hasta el día hemos tenido entre nosotros.

            El viernes quedará definitivamente abierto el gabinete, ofreciéndose un escogido muestrario, donde podrán admirarse la condiciones que son de desear en un retrato perfectamente concluido.

            Las proporciones podrán obtenerse, según se quiera, hasta el tamaño natural.

           …………………

            Hemos visitado en diferentes ocasiones el gabinete fotográfico de nuestro afectísimo amigo D. Santos María Pego, y nos ha admirado la asistencia diaria de multitud de personas que allí concurren a retratarse. Este es el mayor elogio que podemos hacer de la excelencia de su trabajo, que iguala al mejor que hemos visto ejecutado en el extranjero.

            El Sr. Pego, deseando satisfacer sus compromisos con el público, y servir los muchos pedidos que se le hacen, ha dispuesto diferir su marcha hasta el 13 del próximo octubre.

            Nosotros nos alegramos de esta determinación, no sólo porque nos proporciona el placer de que el Sr. Pego permanezca algunos días más entre nosotros, sino también porque de este modo quedarán igualmente satisfechos los deseos de un gran número de personas que nos rogaron hiciésemos presente a dicho señor, que retardase su marcha que debía verificarse el día de mañana, según anunciamos en nuestro número de 16 del corriente.

            A nombre de las mismas, damos al Sr. Pego las gracias.

  Santos María Pego
Juan Massieu Westerling
Patricio Estévanez y Murphy y Juan Manuel Rodríguez-Botas Ghirlanda
Mercedes Dugour y Ruz de Calzadilla



            En octubre de aquel año se encontraba de nuevo al frente de su estudio en Santa Cruz y El Fénix, que se editaba en dicho puerto, comentaba:



            Nuestro apreciable amigo Sr. D. Santos M. Pego ha regresado de la Ciudad de Gran Canaria. Los elogios que le ha tributado la prensa de aquella localidad, demuestran de la manera más evidente los vastos conocimientos que distinguen al Sr. Pego como fotógrafo.

           Según nuestros informes permanecerá por algún tiempo entre nosotros. Le hemos oído hablar con reconocimiento de la gran acogida de que los hijos de aquella localidad le han dispensado, sintiendo vivamente la separación de aquella culta y escogida sociedad [4].

Marcas comerciales


            Pero ¿quién era en realidad Santos María Pego?

            Había nacido en El Ferrol, La Coruña, en 1832, hijo de don Bartolomé Pego y de doña Josefa Díaz. Estudió, al parecer, ingeniería Industrial, y debió ingresar muy joven aún en los escalafones técnicos del Ministerio de Obras Públicas, desempeñando las plazas de guarda almacén del Depósito de efectos de Faros, en las provincias de Cádiz -con anterioridad a 1863- y en la de Canarias, a partir de esa fecha y hasta 1866.

            Después de abandonar el archipiélago cesó su actividad itinerante en el ministerio y se estableció en Córdoba, donde trabajó el resto de su vida en diferentes proyectos relacionados con su profesión. En julio de 1868, el Diario de Córdoba daba cuenta de sus logros en materia hidráulica:


            El Sr. Don Santos María Pego, director gerente de la sociedad La Productora, establecida en esta capital, ha obtenido el privilegio de invención por un ingenioso aparato que fundado en el principio del sifón ordinario, ha inventado.

            El mecanismo consiste en una llave que se cierra y abre según que sube o baja el nivel del agua a agotar, para lo cual sirve un flotador que por medio de una cadenilla que resbala sobre poleas, hace girar la llave alrededor de su eje. Esta llave se mantiene abierta por la acción de un resorte [5].



            Socio residente de la Económica de Amigos del País de Córdoba en 1877 [6], dos años más tarde obtuvo una mención honorífica por su contribución personal a la Exposición Universal de París. En esta última fecha figura como residente en Aguilar de la Frontera [7]. El Diario de Córdoba de 27 de julio de 1881, hacía público que:



            Por Real Orden fecha cinco del actual, S. M. el Rey se ha servido declarar a favor de nuestro estimado amigo D. Santos María Pego la concesión de la mina de sal gema titulada La Aurora, sita en el término de Rute.


Santos María Pego:
Fernando de León y Castillo
Miguel Espinosa Rodríguez


            Intervino en la política local y fue miembro de la Comisión Provincial de Córdoba [8] y del Comité del Partido Liberal Dinástico de dicha provincia, presidido por el duque de Hornachuelos [9].

            Falleció en su casa de la calle Realejo de Córdoba, cuando contaba setenta y tres años de edad, a las diecisiete horas del día 10 de diciembre de 1905 [10]. El Diario de Córdoba afirmaba que el difunto había sido de profesión Ingeniero Industrial; en la partida de defunción, sin embargo, se hace constar su condición de cesante [11].

            Pocos meses antes de morir puso a la venta un manantial de su propiedad, valiéndose de un anuncio en el varias veces citado diario cordobés:



            Se vende el manantial de las aguas romanas de Montilla denominado Filia Augusta. El caudal de sus aguas excede de 200.000 litros en veinticuatro horas.

            Sus aguas son cloruro-sódicas fosfatadas, según el análisis que tenemos a disposición del que se interese en el negocio, con otros muchos antecedentes que abonan la excelencia de las aguas, tanto al interior como al exterior.

            Están declaradas de utilidad publica, siendo el médico director de baños que vino a analizarlas don Eduardo Moreno Zancudo, que las consideró superiores a todas las conocidas en uso para la curación de infinitas enfermedades.

El manantial dista de Montilla 4 kilómetros; 3 de La Rambla; 2 y ½ de Montalbán y 5 de la estación de Aguilar.

            El sitio es muy sano y con todas las amplitudes para edificar un gran balneario. El propietario, Santos María Pego. Realejo, números 69 y 71 [12].



            Santos María Pego, fotógrafo



Alexandre Ken: Retrato sin identificar
            Pego, que había sido discípulo de Alexandre Ken, artista célebre de París con estudio abierto en el número 10 del boulevard Montmartre y autor de unas Dissertations historiques, artistiques et scientifiques sur la photographie publicadas por la Librairie Nouvelle de París, en 1864 [13], tan pronto pasó a residir a la ciudad de Cádiz, a causa de su nombramiento por la Dirección General de Obras Públicas como guarda almacén del Depósito Central de Faros, se asoció con los fotógrafos José S. Corrales y José Nal y abrió sucursales en las calles Pedro Conde número 1 y Columela números 22, 24 y 26, de aquella ciudad, en fecha cercana al comienzo de la década de los sesenta.
            Corrales y Nal habían visitado las Islas en 1861. Carmelo Vega, en su imprescindible estudio La Isla mirada. Tenerife y la fotografía [1839-1939], proporciona abundante información sobre la estancia de estos fotógrafos itinerantes en el archipiélago:



            Tras asociarse, Corrales y Nal –cuyos gabinetes fotográficos estaban establecidos en Cádiz-, habían determinado “pasar a estas Islas con objeto de sacar varias vistas para, tanto con ellas como con otras que se proponen obtener, poder fomentar los intereses ya comunes de los mencionados gabinetes”. Además de interesarse por el paisaje canario, Corrales y Nal instalaron, durante su “corta permanencia en esta Capital”, un taller fotográfico en el número 9 de la calle del Castillo, donde retrataban, asegurando que “las personas que se sirvan honrarles no se quejarán de que el trabajo que se haga desmerecerá en nada del que ha dado a los gabinetes de Cádiz la reputación adquirida” [14].



            En el verano de 1863 se instaló temporalmente Santos María Pego en Santa Cruz de Tenerife, en compañía de su mujer, doña María de África Méndez y Gordillo, natural de Ceuta, y los dos pequeños hijos del matrimonio: Francisco y Adelaida Pego y Méndez. El 25 de junio del año siguiente bautizaron en la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, con el nombre de Laura, a la tercera de sus vástagos, nacida el día 17 anterior. Pego, no sin cierta vanidad, declaró en su partida bautismal que había sido condecorado por el Emperador de los Franceses con la Cruz de Honor de primera clase y obtenido Real dignidad de S. M. la Reina de España para hacer uso de ella en sus dominios [15]. No tenemos datos para poder afirmar que esta condecoración le fuera otorgada por sus méritos como fotógrafo, toda vez que hemos constatado que logró diversas patentes por la ejecución de varios objetos mecánicos de su invención [16]. En cualquiera de los casos, Pego arribó a las Islas haciendo gala de cierta aureola de prestigio y la consideración por parte de la prensa local de ser el mejor fotógrafo que hasta el día hemos tenido entre nosotros. Todo ello le valió un pronto reconocimiento en el ámbito de la sociedad insular, particularmente por quienes estuvieron dispuestos a gastar cuarenta reales de vellón en hacerse retratar.

Santos María Pego: Pilar Monteverde y Bethencourt




            La prensa del archipiélago siguió informando, con regularidad, de los desplazamientos interinsulares y los logros alcanzados por el distinguido profesor.

            El Time de Santa Cruz de La Palma, el 8 de enero de 1865, alertaba sobre la inminente presencia de Pego y la apertura del primer estudio fotográfico con que, al parecer, contó dicha ciudad, construido por Aurelio Carmona, artista de cuya biografía nos ocuparemos en otra ocasión:


            La galería o gabinete fotográfico que nuestro apreciable amigo y paisano D. Aurelio Carmona trata de establecer en esta ciudad, se halla ya próximo a terminarse, y se abrirá muy pronto al público. Al frente de dicho gabinete se nos ha asegurado vendrá a ponerse el acreditado y conocido fotógrafo D. Santos María Pego, que trabajará en unión de nuestro expresado amigo D. Aurelio Carmona. La reputación de que justamente goza el Sr. Pego y las dotes artísticas que adornan al Sr. Carmona hacen esperar que la fotografía llegue entre nosotros a un alto grado de perfección.



            Con motivo de la estancia en Tenerife del Infante Don Enrique María de Borbón, El Guanche de Santa Cruz de Tenerife, en su edición del 7 de febrero de 1865, hacia hincapié en la siguiente información:



            Llamamos la atención de nuestros lectores hacia el anuncio que publicamos, en la Sección correspondiente, de los retratos del Srmo. Sor. Infante de España D. Enrique María de Borbón, y de las vistas estereoscópicas del muelle de esta Ciudad en la tarde del embarque de S. A. R., que se hallan de venta en el acreditado establecimiento fotográfico de D. Santos María Pego, calle del Castillo. Los retratos son de cuerpo entero y en busto, hallándose el Infante vestido de gran uniforme y de paisano, y las vistas representan: el muelle dos horas antes del citado embarque: la despedida de S. A. al llegar a dicho muelle; el momento en que se despide del público y recibe el saludo de ordenanza; y el instante en que se dirige a bordo del Pelayo.

            La justa reputación que como fotógrafo distingue al Sr. Pego, nos escusa de todo encomio respecto de los retratos y de las vistas de que nos ocupamos, al recomendar al público su adquisición.


Santos María Pego: El Infante Don Enrique María de Borbón



Establecimiento fotográfico
de
D. Santos María Pego

            En el mismo se hallan de venta retratos de S. A. R. el Sermo, Sr. Infante de España D. Enrique María de Borbón, y vistas estereoscópicas del aspecto que ofrecía el muelle de esta Capital antes del embarque, durante el mismo, y en el instante de dirigirse a bordo del Pelayo el citado personaje.



            En marzo del mismo año se desplazó a La Palma, y los periódicos destacaron la brevedad de su estancia en la Isla y añadían:



            Hemos tenido ocasión de ver los primeros trabajos hechos aquí por el acreditado fotógrafo, y creemos poder asegurar se hallan a la altura de las mejores fotografías así nacionales como extranjeras.


Santos María Pego
José Luis de Miranda Sánchez
Domingo José Navarro Pastrana


            Durante su corta visita a La Palma tuvo la satisfacción de recibir un reconocimiento a su labor de parte de la Real Casa, similar al que había obtenido Rafael Belza por idéntico motivo, que hizo público El Eco del Comercio, el 12 de abril:



            D. Santos M. Pego ha obtenido en virtud de Real orden los honores de fotógrafo de la Real Casa con uso del escudo de las armas reales en las muestras, trabajos y etiquetas de su establecimiento, en toda esta Provincia de Canarias. Le felicitamos.



Santos María Pego: Felipe Poggi y Borsotto
            Mientras, se produjo el relevo en la dirección del estudio de Santa Cruz de La Palma, sin duda por considerar Pego que su propietario se encontraba plenamente facultado para regentarlo:


            La galería fotográfica establecida en la calle de la Cuna, en la cual ha venido operando el acreditado artista D. Santos M. Pego, sigue abierta a disposición del público, y se halla, por ausencia de aquel, a cargo de D. Aurelio Carmona, quien posee el mismo aparato y demás utensilios, que usaba el Sr. Pego, por lo cual se promete obtener iguales resultados, y que sus trabajos no desmerecerán de los de aquel fotógrafo.

            ………..

            Se halla ya en Santa Cruz de Tenerife, de retorno de la Isla de la Palma, nuestro amigo el conocido fotógrafo D. Santos María Pego.

            Durante su permanencia en la Palma, el Sr. Pego ha hecho trabajos dignos de  la buena reputación que ha sabido adquirirse [18].



            A mediados del mes de mayo pasó a Las Palmas y, en julio, retornó a Santa Cruz:



            Nuestro particular amigo el conocido fotógrafo D. Santos María Pego ha llegado hoy a esta ciudad en el vapor-correo que ha fondeado en nuestro puerto.

           El Sr. Pego tal vez permanezca algún tiempo entre nosotros para dedicarse a curiosos trabajos fotográficos.

            …………

            D. Santos María Pego, fotógrafo de la Real Casa, ha expuesto al público, adornando la entrada a su gabinete situado en la calle del Castillo, una brillante colección de retratos de todas clases, formas y tamaños, algunos iluminados, que con justicia está llamando la atención de las personas que transitan por aquel sitio. Ese magnífico muestrario lo componen ciento treinta y nueve retratos que representan en su mayor parte a habitantes de esta Ciudad, y son dignos de elogio y de estudio por su limpieza, parecido y perfección artística; formando una muestra evidente del mérito de los trabajos que se ejecutan en el expresado gabinete y de los conocimientos fotográficos que distinguen al Sr. Pego [19].


Santos María Pego:
  Tomás de Quintana y Nava
  Manuel Valcárcel y Salazar
  Pedro J. Vergara y Díaz


            Este gabinete, situado en la calle del Castillo, pasó a denominarse de Pego y Compañía, al año siguiente:



            Hemos visto algunas fotografías del Establecimiento de D. Manuel Hernández, antes de la pertenencia del Sr. Pego, y nos complacemos en recomendarle al público, por que los trabajos que salen de dicho Establecimiento están perfectamente acabados. El Sr. Hernández es digno discípulo del entendido fotógrafo Sr. Pego.

            ………

            Al ocuparnos en nuestro número del día 21 del establecimiento fotográfico que fue del Sr. Pego, se padeció una equivocación en el apellido del sujeto que se halla al frente del mismo, pues en vez de poner D. Manuel García Rodríguez, se escribió Hernández.

           Al rectificar este error debemos añadir que el expresado establecimiento lo tomó dicho sujeto en compañía del entendido Sr. Pego.

            …………..

            En el acreditado establecimiento de D. Santos M. Pego y Compañía sito en la calle del Castillo número 10 de esta ciudad se hallan de venta las que a continuación se expresan:

            Retratos del Exmo. Sr. D. Casto Méndez Núñez, jefe de escuadra en busto y tarjeta a fondo blanco y a dos tintas.

            Retratos en busto, en D. Juan Bautista Topete, comandante de la fragata Blanca en fondo blanco y a dos tintas.

            Fotografías de la fragata española acorazada Numancia.

            Idem. de la fragata blindada Tetuán.

            Tipos del país y hombres célebres.

            Todo se expende a precios convencionales [21]



            Y finalmente, tras la marcha definitiva de Pego, el citado estudio fue conocido únicamente por el nombre de su dueño, el relojero y fotógrafo don Manuel García y Rodríguez:



            A pesar de haberse ausentado de esta Capital el conocido fotógrafo D. Santos M. Pego, su acreditado establecimiento en esta Capital continúa abierto al público, bajo la dirección de D. Manuel García Rodríguez, aventajado discípulo de dicho señor. Los trabajos hechos por el citado García y que hemos tenido el gusto de examinar, son dignos del establecimiento a cuyo frente se halla, y favorecen al mismo por su perfección y mérito artístico, no echándose de menos la ausencia del Sr. Pego. Creemos un acto de justicia el consignarlo así [22].

Santos Maria Pego: De izq. a dcha., sentados, José de Bethencourt y Guerra, su hija Manuela de Bethencourt y Clavijo, su mujer Carmen Clavijo y Plo; María de la Concepcion Clavijo y Plo; María de la Cruz Clavijo y Plo y María Magdalena Clavijo y Plo. De pie, Rafael de Bethencourt Clavijo; Vicente Clavijo y Plo; Rafael Clavijo y Plo; Juan Vicente de Bethencourt Clavijo; Francisco Clavijo y Plo y Salvador de Bethencourt Clavijo.


            No parece que Santos María Pego sintiera interés alguno por la fotografía tras su regreso a la Península. Quizá tan sólo se tratara de una ocupación pasajera con cuyo producto pudo sufragar parte de los crecidos gastos ocasionados por sus estudios. Una vez establecido en Córdoba se dedicó a la minería, las obras públicas y la mecánica, sin que hayamos encontrado ninguna referencia que lo relacione con la actividad fotográfica.

Santos María Pego: De izq. a dcha, Vicente Clavijo y Plo, personaje sin identificar y Rafael Clavijo y Plo

            El nutrido gremio de artistas plásticos –pintores y miniaturistas, grabadores y litógrafos- que formaron la cantera inicial de la que procedía el grueso de los practicantes de la fotografía del periodo anterior a 1860, le era ajeno. Su formación técnica lo sitúa en otro grupo, el de los jóvenes científicos en busca del conocimiento empírico. Dan prueba de ello las diversas patentes que logró registrar. Sus composiciones, concebidas en su mayoría con notable disposición espacial, nos recuerdan constantemente los aspectos más recurrentes de la pintura de retrato del periodo romántico que, por otra parte, era uno de los fines perseguidos: obtener un artefacto similar a un retrato de factura costosa por un módico precio, al alcance de un amplio sector de la población.

            A pesar de la brevedad de su estancia en las Islas, la obra de Pego puede cuantificarse en varios millares de retratos carte de visite de integrantes de las clases económicamente solventes del archipiélago y aún le sobró tiempo para realizar la primera colección de tipos del país compuesta por algunas docenas de imágenes que repiten fotográficamente el patrón marcado en nuestro país por la célebre colección de grabados de Juan de la Cruz Cano y Olmedilla, cuya publicación se inició en 1777, y que recoge las vestimentas populares de diversas regiones de España.

Santos María Pego: Tipos canarios
            Hermosas fotografías en papel a la albúmina encolado sobre cartulinas de color beige que constituyen, habitualmente, con las efectuadas por el Gabinete de los hermanos Belza, el grupo más numeroso de cuantas forman las colecciones de fotografía canaria antigua que hemos contemplado hasta el presente.

            Como en el caso del citado gabinete de los Belza, algunos de los elementos decorativos arquetípicos del estudio de Pego han sido aislados, digitalmente, para facilitar la identificación de innumerables tarjetas que no llevan impresa la marca comercial de su autor y que deben ser fechadas definitivamente entre 1863 y 1866.







NOTAS

[1] Véase Los Belza y su Gabinete Fotográfico, en este mismo blog.

[2] El País. Las Palmas de Gran Canaria, 19 de abril de 1864.

El Ómnibus. Las Palmas de Gran Canaria, 23 de abril de 1864.

[3] El País. Las Palmas de Gran Canaria, 16 de agosto de 1864 y 27 de septiembre de 1864.

[4] El Fénix. Santa Cruz de Tenerife, 18 de octubre de 1864.

[5] Diario de Córdoba. Córdoba, 14 de julio de 1868.

[6] Boletín de la Sociedad Económica de Amigos del País de Córdoba. Córdoba, 28 de febrero de 1877.

[7] Boletín de la Sociedad Económica de Amigos del País de Córdoba. Córdoba, 1877.

Arrabal.

Número de orden de vecinos, 1819.

D. Santos María Pego y Díaz, 46, casado, Ferrol, propietario.

Doña África Méndez, 44, casada, Ceuta, propietaria.

D. Francisco, 22, soltero, Ceuta, propietario.

Doña Adelaida, 20, soltera, Cádiz, propietaria.

Doña Laura, 15, soltera, Santa Cruz, Canaria, propietaria.

Padrón municipal de habitantes, 1879-80. Leg. 225-01, f.389. Archivo Municipal de Aguilar de la Frontera. Agradecemos esta información a don Diego Igeño, diligente archivero municipal.

[8] Diario de Córdoba. Córdoba, 6 de noviembre de 1883.

[9] Diario de Córdoba. Córdoba, 27 de noviembre de 1883.

[10] Acta de defunción. Tomo 79-2, f. 405. Registro Civil de Córdoba. Quiero agradecer a mi buena amiga María del Pilar Vallejo Cuadrado la localización de este documento.

[11] Santos María Pego, ingeniero industrial, falleció en Córdoba, la noche del 10 de diciembre de 1905. Diario de Córdoba. Córdoba, 12 de diciembre de 1905.

[12] Diario de Córdoba. Córdoba, 24 de junio de 1905.

[13] Véase nota 2. La influencia de su maestro Ken es tan evidente, más allá de posturas de los modelos, ángulos de vista y concepción particular del espacio, que incluso afecta a los elementos decorativos. Una pieza frecuente en las puestas en escena de Santos María Pego, el inevitable vaso que semeja una crátera de campana y que figura -con o sin tapa- sobre plintos y mesas en decenas de retratos suyos, resulta ser exactamente igual a otro que forma parte de los entornos del artista parisino.

[14] Vega, C.: La Isla mirada. Tenerife y la Fotografía [1839-1939]. Tomo I. Los fotógrafos en el estudio. Tomo II. Los fotógrafos en el paisaje. Centro de Fotografía “Isla de Tenerife”. Santa Cruz de Tenerife, 1995 y 1997.

[15] Laura Pego y Méndez. Partida de bautismo. Libro XXVIII, f. 347v. Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción. Santa Cruz de Tenerife.

Fueron abuelos maternos de la criatura, don Juan Nepomuceno Díaz y doña María del Carmen Gordillo.

Francisco Pego y Méndez, único de los hijos de Santos María que le sobrevivió, nació en Ceuta el 25 de noviembre de 1856. Licenciado en Derecho ingresó, previa oposición, en el Cuerpo Jurídico Militar el 22 de abril de 1884; alcanzó el grado de Auditor General del Ejército [1919] y fue nombrado consejero togado del Supremo de Guerra y Marina en 1922. Académico de la Real de Jurisprudencia y Legislación. Autor de las obras: Elementos de Medicina legal militar, y Breves nociones con arreglo al programa para las oposiciones al Cuerpo jurídico militar, obtuvo diversas condecoraciones a lo largo de su carrera, entre las que destacan la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco y la placa de la Orden Militar de San Hermenegildo. Gaceta de Madrid. Madrid, 10 de abril de 1919 y 2 de septiembre de 1922.

Dos años después del fallecimiento de Santos María Pego, su sobrino carnal y homónimo Santos Pego de Arrieta, natural de Córdoba, e hijo de don Juan Pego y Díaz y de doña Aurora de Arrieta y Carranza, casó en Santa Cruz de Tenerife, el día 9 de septiembre de 1907, con doña Imelda Palazón Sabina. Viudo, volvió a casar con doña Concepción López Foncubierta. De ambos matrimonios hubo sucesión que ha perpetuado, hasta el presente, el apellido Pego en las Islas.

Registro Civil de Santa Cruz de Tenerife. Sección de Primera. Tomo LIX, p. 271.

[16] Registro de patentes. Número 4.589. 1878. Aparato para amalgamar oro, plata u otros metales. Número 14.168. 1897. No se especifica.

[17] El Time. Santa Cruz de la Palma, 5 de marzo de 1865.

[18] El Time. Santa Cruz de La Palma, 23 de abril  y 21 de mayo de 1865.

El País. Las Palmas de Gran Canaria, 28 de abril de 1865.

[19] El País. Las Palmas de Gran Canaria, 12 de mayo de 1865.

El Guanche. Santa Cruz de Tenerife, 11 de julio de 1865.

[20] El Mensajero de Canarias. Santa Cruz de Tenerife, 21 de abril de 1866.

El Mensajero de Canarias. Santa Cruz de Tenerife, 25 de abril de 1866.

[21] El Insular. Santa Cruz de Tenerife, 30 de junio de 1866 y El Eco del Comercio de la misma fecha.

[22] El Guanche. Santa Cruz de Tenerife, 27 de abril de 1866.