miércoles, 4 de enero de 2012

Luis Gonzaga del Mármol


                                 Luis Gonzaga del Mármol

                                           El magistrado artista


Luis Gonzaga del Mármol:
Autorretrato

            Publio López Mondéjar, en su imprescindible estudio 150 años de fotografía en España, publicado en 1999 [1], explica cómo el señuelo económico atrajo hacia la fotografía a muchos jóvenes que procedían de ambientes aledaños a la creación artística –pintores, grabadores, litógrafos, y una variada gama de representantes de la bohemia de la época-, que veían en el nuevo oficio un medio fácil de obtener ganancias inmediatas […].

              Pero no todos los nuevos fotógrafos –continúa López Mondéjar- procedían de los ambientes artísticos. Cualquiera, con un poco de osadía, se sentía capacitado para dedicarse al nuevo oficio […].

            En la primera hornada de fotógrafos activos en el archipiélago encontramos sujetos que alternaron su dedicación a la reciente profesión artística con la cátedra, el ejercicio de diversas carreras administrativas o la ingeniería, pero quizá constituya el caso más pintoresco la figura de este polifacético magistrado-artista: don Luis Gonzaga del Mármol Bervén.


            Nacido en la ciudad de Cádiz el 21 de abril de 1810, fue llevado a la pila dos días más tarde por su padre, don Juan Manuel del Mármol, natural de Sevilla, individuo del comercio de aquella ciudad y contador de Rentas Estancadas de la provincia, casado con doña María de la Concepción Werbén o Bervén, oriunda de Arcos de la Frontera [2].

            A don Juan Manuel le unía un cercano parentesco con el eclesiástico y poeta don Manuel María del Mármol, director de la Academia Sevillana de Buenas Letras, corazón de inagotable generosidad, espíritu amplio y liberal, dotado de las más variadas aptitudes, figura que destacaba no sólo en la cultura hispalense, sino en la mentalidad española de principios del siglo XIX [3], y en el ambiente culto que rodeaba a este refinado sacerdote se criaron los hijos del matrimonio de los cuales, Luis Gonzaga, María de la Concepción, Carlota y María de la Paz del Mármol, se establecieron en Canarias [4].






Su carrera de togas

            Licenciado en Jurisprudencia por la Universidad de Sevilla, obtuvo en propiedad la fiscalía de Hacienda de la provincia de Canarias y ejerció como asesor interino de la misma a partir del mes de noviembre de 1840 [5]. 

             Incorporado al Ilustre Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife, fue diputado segundo de su Junta de Gobierno en el bienio 1842-1843. El día 5 de junio de 1845 se incorporó al de Las Palmas y, el 14 del mes siguiente, fue nombrado con carácter interino, promotor fiscal del juzgado de dicha ciudad, plaza que desempeñó hasta el 20 de junio de 1864 en que comenzó a disfrutarla como propietario.

             Teniente fiscal de la Audiencia de Canarias el 25 de mayo de 1869 [7], ascendió a la magistratura y fue destinado a la de Granada el 10 de octubre de 1874, y a la de Palma, el 18 de noviembre inmediato.

            Se le nombró magistrado de la Audiencia de Pamplona el 31 de enero de 1876 y fue, de nuevo, trasladado a la de Granada, el 23 de septiembre del mismo año. Al siguiente, el 26 de abril, fue destinado a la Audiencia de Barcelona pero, de inmediato, eligió un destino en ultramar y viajó, en calidad de magistrado, a servir en el tribunal de Puerto Rico. Embarcó en Cádiz, en el vapor Guipúzcoa, el 10 de noviembre de 1878, y aportó a La Habana el 24, tomando posesión de su plaza el día 26. Magistrado de la Audiencia de La Habana, por nombramiento de 13 de mayo de 1879, fue jubilado por Real Decreto de 11 de diciembre de 1883 [6]. 



                                         Su actividad artística


Luis Gonzaga del Mármol:
Antonio Monteverde del Castillo
           No podemos precisar la fecha exacta de llegada a las Islas de Luis Gonzaga del Mármol pero, ya desde 1838, aparece como colaborador del diario El Atlante de Santa Cruz de Tenerife, del que era propietario Pedro Mariano Ramírez [8].

            De su permanencia en dicho puerto dio cuenta en sus desaparecidas Memorias el poeta José Plácido Sansón, en los siguientes términos:


            En 1842, después de un descanso de cerca de tres años, compuse el drama de tres actos Hernán Peraza, sacado de la Historia de Canarias, y que me encargó la Sociedad dramática de Santa Cruz. En esta obra yo no era el romántico «decidido» de Rodrigo y Elvira sino el romántico «desengañado».
Hernán Peraza no se representó, pues era censor D. Luis G. del Mármol, enemigo particular mío por causas que explico en la advertencia escrita para el drama. Mármol influyó con el jefe político y Capitán General D. Miguel Araoz y se prohibió la obra como subversiva [8]


            Nos ha sido imposible consultar hasta ahora una copia de esta obra y desconocemos, por tanto, las causas que motivaron la profunda enemistad existente entre el joven escritor y nuestro biografiado.

           En 1845 fue destinado, como ya se dijo, a la promotoría fiscal de Las Palmas y adquirió una finca urbana en Santa Brígida, concretamente en La Atalaya, que había sido propiedad de la Iglesia y figuraba entre los bienes desamortizados por el Estado. Allí vivió con sus hermanas María de la Paz y Carlota y, al poco tiempo, el 6 de octubre de dicho año casó, en el pago del Monte, con doña María de los Dolores de Aguilar y Russell, hija de don Francisco Javier de Aguilar Romero, regidor perpetuo de Gran Canaria, coronel de Infantería y alcaide del castillo de San Francisco del Risco [1828], y de doña Agustina Russell Ramos y Palencia. Falleció doña María de los Dolores, sin sucesión de este matrimonio, en Las Palmas, el 26 de mayo de 1914 [10]. 

Luis Gonzaga del Mármol:
Felipe Massieu Falcón
           Desde la fecha de su arribo a la Isla se implicó Mármol personalmente en algunos de los proyectos más ambiciosos de cuantos la sociedad culta de Gran Canaria pretendía llevar a buen fin y, entre todos ellos, es preciso destacar su decidida participación en la etapa fundacional de El Gabinete Literario. En las secciones de Declamación y Música figuraron también Carlota y María de la Paz del Mármol. Por este motivo los tres hermanos fueron nombrados socios de Mérito de la citada institución cultural y recreativa. De la presencia de los Mármol en El Gabinete, nos habla Néstor Álamo en su Crónica de un siglo:


            En esta sección [refiriéndose a la que fue llamada Declamatoria] –una de las más simpáticas que jamás tuviera El Gabinete- formaba cuanto de selecto tenía nuestra sociedad, junto al Don Juan inmarcesible y romántico que siempre fue el pintor de Cámara de S. M. don Manuel de León –Ponce de León gustaba firmarse él, arrastrando la cauda del apellido con gracia caballeresca de airón medieval-; don Rafael Massieu, el actor amateur, íntimo de Julián Romea y a quien los prejuicios sociales impidieron llegar a ser algo en la escena española; don Segundo María Carrós; don Mariano Collina, el viejo impresor; don Melquíades Spínola; don Luis del Mármol; don Francisco Zumbado; don Jorge Martinón; don Miguel Peñate; don Antonio Auset; don Agustín Calimano y don Francisco de P. Quesada.




Luis Gonzaga del Mármol:
Agustina Llerena de Casabuena
            Las damas, como siempre, centraban el pleno de simpatías. Eran ellas Agustina Torrens de Navarro; Emilia Gourié de Houghton –reinas de las locales elegancias-: Dolores Páez de Aguiar; Josefa Navarro de Pérez; María del Pino Falcón de Massieu; María Penichet de Delgado, y las señoritas María del Pino Martinón, Carlota del Mármol, Amalia Verdugo, Josefa López Botas; Micaela y María de los Ángeles Avilés; Agustina Díaz; Candelaria Suárez Pestana, Rafaela Navarro y María de la Torre Doreste.

            La Sección de Música se inició con este grupo: María Paz del Mármol; señores don Manuel Carreras, don José Álvarez Afonso; don Benito Lentini y Messina; don Cristóbal Millares; don Rafael Tejera; don Laureano Hernández; don Rafael Farias; don Jerónimo Cardoso; don Francisco Doreste Romero; don Ezequiel Morales y don Melquíades Spínola [11].


            Aficionado tanto a la pintura decorativa como a los singulares y siempre novedosos efectos de los gabinetes ópticos y las linternas mágicas, contribuyó con éxito a la vistosidad y atractivo escénico de la inauguración del teatro de Gáldar en 1847, por medio de unos fuegos líricos –probablemente a base de transparentes iluminados- y cinco juegos de telones que pintó con dicho fin, según informaba La Aurora de Santa Cruz de Tenerife, que resultaron generalmente celebrados:



Luis Gonzaga del Mármol:
Domingo del Castillo Westerling
            El teatro de esta Villa [Gáldar] se ha inaugurado el día de San Pedro con la tragedia en un acto del señor Zorrilla El puñal del Godo, la comedia en un acto de don Ventura de la Vega Quiero ser cómico y dos tonadillas de ciegos […].

           Pocos días después se lució el joven don Francisco Rodríguez en Una noche de máscaras finalizando la función con un sainete de don Ramón de la Cruz […].

           Quince días ha se repuso en escena, la tan conocida Marcela del señor Bretón, comedia que como ustedes saben, es sumamente difícil de desempeñar por lo marcado de los caracteres; sin embargo la señorita doña Inocencia Vázquez interpretó felizmente el hermoso papel de Marcela, y la señorita doña Fermina imitó a las mil maravillas a la zandunguera criada. En dicha función se ejecutaron vistosos fuegos líricos confeccionados y dirigidos por don Luis del Mármol que causaron en la concurrencia un efecto sorprendente.
……….
            Finalmente, en el curso de este año de 1847, la sociedad de fomento de la Villa de Gáldar, ha edificado un bonito teatro proporcionado al número  de los habitantes, con cinco juegos de elegantes decoraciones debidas al pincel de don Luis G. del Mármol, y en el que los socios han dado ya varias representaciones cuyos productos se destinan al entretenimiento del mismo teatro, y a varias obras útiles [12].


            Participó también en la organización de la Exposición Provincial de Artes Liberales y Mecánicas, Agricultura y Floristería que propició la Sociedad Literaria y de Fomento de Las Palmas, desde su cargo de secretario de la Comisión establecida al efecto, cometido que compartió con don Andrés de Aguilar y para el que fueron nombrados en 1861.


            A propósito de esta importante muestra informaba El Guanche, de Santa Cruz de Tenerife, el 21 de enero de dicho año:


            Leemos con satisfacción en El Ómnibus:
Sabemos que la sociedad literaria y de fomento de esta ciudad, ha acordado en una de sus últimas sesiones, que el primero de septiembre de este año, tanga lugar una exposición provincial de artes liberales y mecánicas, agricultura y floricultura, en sus salones. Con este objeto ha nombrado una comisión que se entienda en todo lo relativo a este asunto compuesta de los señores siguientes: Conde de Vega Grande, don Luis del Mármol, don Agustín Penichet, don Gregorio Chil, don José M. Barona, don Silvestre Bello, don Manuel P. de León y don Andrés de Aguilar.


            El Ómnibus de Las Palmas de Gran Canaria ampliaba la noticia en su edición del 25 de enero del año siguiente:

            Sub-gobierno de Gran Canaria.
            Núm. 963. — Agricultura.
            El Sr. Gobernador de la Provincia en comunicación de 25 del actual me dice lo siguiente,
            El Exmo. Sr. Ministro de Fomento con fecha 31 de agosto último me dice de Real orden lo siguiente:

           Enterada la Reina (q. D. g .) de la comunicación de V. S. de primero de julio último y del programa que acompaña, se ha servido autorizar en los términos que el mismo expresa, la exposición de agricultura, industria y artes proyectada por la Sociedad literaria, artística, de Fomento que ha de tener lugar en el mes de abril del próximo año de 1862. - Al aprobar S. M. el referido programa, lo hace por deferencia al laudable objeto que le promueve, así como a la autoridad de V. S. y a la digna sociedad que con tanto, acierto ha sabido desarrollar un pensamiento de positivo interés para aquellas Islas, no obstante advertirse que no se han cumplido previamente todas las formalidades prevenidas en la orden de la Dirección de 9 de abril para caminar en consonancia con las disposiciones vigentes.

            Con respecto al auxilio pecuniario que se pretende, nada puede resolverse por ahora por que sólo está en ejercicio el presupuesto del año actual y las inversiones no pueden legitimarse sino dentro del mismo periodo, y por último se espera que lejos de perjudicar la exposición proyectada en las Islas la concurrencia a la de Londres, la favorecerá, por que más fácilmente podrán coleccionarse los productos ú objetos mas notables que haya de presentarse.
            Lo que comunico a V. S. para su conocimiento y efectos consiguientes.
            Lo que traslado a V. S. para su conocimiento y demás efectos; Dios guarde A V. S . muchos años. Las Palmas, septiembre 27 de 1861. Salvador Muro.
            En conformidad del art. 2º del programa, se compone la Junta General de la Exposición de los señores siguientes:
            Sres. Gobernador de la Provincia y subgobernador del Distrito con la presidencia
legal y de honor, D. Diego Vázquez, D. Salvador Muro.
            Presidente el alcalde de la ciudad de Las Palmas, don Antonio López Botas.
            Diputado Provincial, don Fernando del Castillo Westerling.
            Individuos de la Junta de Agricultura e Industria de la Provincia, don Félix Ponsoa y Cebrián, D. José del Castillo Olivares.
            Individuos del Ayuntamiento de la Ciudad de Santa Cruz de Tenerife, don Isidro Guimerá, don Ramón Mandillo.
            Individuos del de Las Palmas, don Domingo Pérez Galdós, don Manuel Quesada.
            Individuos de la Sociedad de Amigos del País de la misma Ciudad, don Domingo Déniz, don José de la Rocha.
            Uno de la Sociedad del Liceo de la propia ciudad, don Zenón Doreste.
            Otro de la de la Unión de la repetida ciudad, don Eufemiano Jurado y Domínguez.
            Nueve de la Sociedad Literaria, Artística, de Fomento y Recreo de Las Palmas, don José María Barona, don Manuel Ponce de León, don Agustín Penichet, don Gregorio Chil, don Silvestre Bello, don Domingo José Navarro.
            El Presidente, don Antonio López Botas, don Luis Gonzaga del Mármol, secretario, don Andrés Aguilar, secretario.


Luis Gonzaga del Mármol:
Retrato mosaico de Miguel Massieu y Tello,
su esposa Isabel Westerling Massieu y sus hijos
            Conviene ahora destacar el papel que desempeñó Mármol como pieza clave en la pequeña historia del retrato fotográfico en Canarias.

            Nada sabemos del comienzo de su interés por la aún reciente técnica de fijación de la imagen que, como en el caso de otros muchos pintores aficionados del momento, pudo surgir al intentar servirse de ella para la realización de sus proyectos plásticos. Lo cierto es que todo parece indicar que fuera en 1864, durante la estancia temporal en el archipiélago del fotógrafo Santos María Pego, cuando se inició profesionalmente en la actividad fotográfica, con estudio abierto en un inmueble de la calle de La Gloria de la ciudad de Las Palmas.


            El País, periódico que circulaba en dicha ciudad, dedicó innumerables elogios a las magníficas instalaciones de que disponía el gabinete donde trabajaría Pego, que había sido construido con antelación por Luis Gonzaga del Mármol, en sendos números publicados el 16 de agosto y el 27 de septiembre de 1864:


            Ha llegado a esta ciudad el conocido fotógrafo D. Santos María Pego que, según anunciamos oportunamente, ofrecería sus trabajos al publico.

            El buen éxito que ha obtenido en su arte el Sr. Pego, tanto en la Península, como en Tenerife, donde hemos sido testigos presenciales de la multitud de personas que continuamente frecuentaba su establecimiento, debe ser motivo suficiente para mover al público canario a acudir igualmente a la elegante galería fotográfica que de antemano ha hecho construir en esta ciudad, nuestro afectísimo amigo D. Luis G. del Mármol.

            Nosotros hemos visto esta preciosa cabaña levantada al efecto, y dotada de las cualidades más excelentes, y nos damos el parabién de poseer un establecimiento que puede competir con los de las primeras capitales.

           Esperamos que nuestros paisanos no dejarán fallidas las esperanzas del mejor fotógrafo que hasta el día hemos tenido entre nosotros.

           El viernes quedará definitivamente abierto el gabinete, ofreciéndose un escogido muestrario, donde podrán admirarse la condiciones que son de desear en un retrato perfectamente concluido.

           Las proporciones podrán obtenerse, según se quiera, hasta el tamaño natural.

…………………

            Hemos visitado en diferentes ocasiones el gabinete fotográfico de nuestro afectísimo amigo D. Santos María Pego, y nos ha admirado la asistencia diaria de multitud de personas que allí concurren a retratarse. Este es el mayor elogio que podemos hacer de la excelencia de su trabajo, que iguala al mejor que hemos visto ejecutado en el extranjero.

            El Sr. Pego, deseando satisfacer sus compromisos con el público, y servir los muchos pedidos que se le hacen, ha dispuesto diferir su marcha hasta el 13 del próximo octubre.

            Nosotros nos alegramos de esta determinación, no sólo porque nos proporciona el placer de que el Sr. Pego permanezca algunos días más entre nosotros, sino también porque de este modo quedarán igualmente satisfechos los deseos de un gran número de personas que nos rogaron hiciésemos presente a dicho señor, que retardase su marcha que debía verificarse el día de mañana, según anunciamos en nuestro número de 16 del corriente.

            A nombre de las mismas, damos al Sr. Pego las gracias.

Luis Gonzaga del Mármol:
Agustín del Castillo Westerling
Retrato sin identificar
Retrato sin identificar

           Sabemos que Luis Gonzaga del Mármol practicaba la fotografía, al menos, desde el año anterior a la venida de Pego, gracias a una nota de agradecimiento que publicó El País, el 17 de julio de 1863 y que dice:


            El Sr. D. Luis G. del Mármol ha tenido la amabilidad de remitirnos para cada uno de nuestros suscriptores en la isla de la Palma, un ejemplar fotográfico del catafalco que se erigió en la iglesia de S. Agustín de esta ciudad, para las honras fúnebres que los palmenses dedicaron al finado D. Manuel Díaz, Vble. rector de la parroquia del Salvador en la ciudad de Santa Cruz de aquella isla.
            Damos las gracias al Sr. del Mármol por su atención, y recomendamos a nuestros suscriptores guarden esa muestra de las simpatías de que se hizo tan digno el padre que perdieron, como creemos que conservarán indeleble su dulce memoria.

              Luis Gonzaga del Mármol:
               Retrato sin identificar
           Es muy probable que Mármol ampliara sus conocimientos técnicos junto a Santos María Pego, que bien pudo introducirlo en los detalles específicos de la consecución de los retratos en formato carte de visite, que este dominaba, y abrir ante sus ojos nuevos horizontes de posibilidades, incluida la rentabilidad económica del ejercicio de la fotografía.

            Luis Gonzaga del Mármol tuvo ocasión, tres años más tarde, de perfeccionar y poner al día su experiencia en materia fotográfica de la mano de Bartolomé Belza –discípulo de Disderi-, quien utilizó asimismo la cabaña de la calle de La Gloria para realizar gran parte de su serie innumerable de cartes de visite. El varias veces citado diario, en su edición del 24 de mayo de 1867, anunciaba:


            Hace algunos días se encuentra en esta capital nuestro paisano y amigo el señor Belza, (don Bartolomé), uno de los consocios del establecimiento fotográfico que con tanto crédito ha trabajado en varios puntos de la provincia.

            El señor Belza ha establecido su gabinete en el que posee nuestro buen amigo don Luis G. del Mármol, en la calle de la Gloria, y desde luego podemos asegurar que sus trabajos serán dignos de la reputación que los señores Belza y Hermano han sabido conquistarse y que le han merecido el título de fotógrafos de la Real Casa.

            En nuestra sección de anuncios publicamos el correspondiente al que motiva este suelto.

            Y concluía con esta desafortunada cuarteta:

            Niñas bellas y agraciadas,
            Marchad pronto al gabinete,
            Que sin llevar colorete,
            Habréis de quedar… pintadas.

Luis Gonzaga del Mármol:
Antonia de Ponte Llarena
Retrato sin identificar
Retrato sin identificar


            La labor retratística de Luis Gonzaga del Mármol en Gran Canaria abarcó un periodo de tiempo comprendido entre los años 1864 y 1874, y estuvo ceñida a dos hechos significativos: la construcción de la cabaña de la calle de La Gloria, y la marcha del magistrado al primer destino peninsular que obtuvo en su larga carrera judicial.

            Compuesta principalmente su obra por retratos de busto a fondo perdido, son escasos los ejemplos de otros de cuerpo entero o tres cuartos que hayamos podido contemplar en las colecciones existentes en las Islas. La producción de Mármol, en todo caso, resulta considerablemente inferior en número a la realizada por Pego o los Belza y, aunque no estemos en condiciones de afirmarlo rotundamente, es posible que se centrara específicamente en retratar a miembros del grupo social al que pertenecía. La gravedad de su cargo judicial contribuiría a limitarle su posible clientela.

            Individuo de la Real Sociedad Económica de Las Palmas desde 1861, en sesión del 16 de mayo de 1866 fue admitido como socio de número de la Económica de Santa Cruz de Tenerife.

            Falleció en Marianao, Cuba, el 23 de noviembre de 1894.


Notas:
[1] López Mondéjar, P.: 150 años de fotografía en España. Lunwerg editores. Barcelona, 1999.
[2]Parroquia de San Antonio. Libro V de Bautismos, f. 31v. Recibió los nombres de Luis Gonzaga, Manuel María, José de la Santísima Trinidad. Sus padres habían casado en la parroquia de San Andrés de Sevilla, en 1808. Véase asimismo: Estado de los empleados que componen la Real Hacienda de España en fin de junio de 1835…, por don Narciso Ferrer y Jou. Imprenta de D. José Palacios. Madrid, 1835.
[3] Sobre la actividad intelectual de este eminente erudito sevillano véase: Méndez Bejarano, M.: Diccionario de escritores, maestros y oradores naturales de Sevilla y su actual provincia. Padilla Libros. Sevilla, 1989 y Gil Novales, A. [Dirección y redacción]: Diccionario biográfico del Trienio Liberal. Ediciones El Museo Universal. Madrid, 1991.
[4] Doña María de la Concepción del Mármol casó con don Felipe de Armas y fueron padres del licenciado en Derecho don Leopoldo Armas del Mármol, nacido en Santa Cruz de Tenerife el 15 y bautizado en la parroquia de la Concepción el 23 de mayo de 1849 [Libro XXIII de Bautismos, f. 25v], que falleció soltero, en dicho puerto, el 22 de diciembre de 1891, y de don Ricardo Armas del Mármol, n. el 7 y b. el 14 de julio de 1855 [Libro XXV de Bautismos, f. 249v], casado en la citada parroquia, el 12 de julio de 1883, con doña María de los Ángeles de Miranda y Vázquez, cuya descendencia perpetúa el apellido paterno en Tenerife.
[5] Boletín Oficial de la provincia de Canarias. Núm. 132. Santa Cruz de Tenerife, 4 de noviembre de 1840.
[6] Por Real Orden comunicada al Señor Fiscal de esta Excma. Audiencia, fecha 5 del actual, la Reina (q. D. d.) se ha servido nombrar para la promotoría fiscal de esta ciudad de Las Palmas, declarada de término por Real Orden de 20 de marzo de 1863, a don Luis Gonzaga del Mármol que la ha venido hace tiempo desempeñando. El País. Las Palmas, 21 de junio de 1864.
·         Decreto nombrando Magistrado de la de Palma a D. Luis Gonzaga del Mármol y Berben. Gaceta de Madrid, núm. 301, de 28 de octubre de 1874.
·         Reales decretos trasladando a una plaza de Magistrado de la Audiencia de Pamplona a D. Luis Gonzaga del Mármol y Berben, que sirve igual cargo, en la de Palma, y a esta plaza a D. Gregorio Belinchón y Alonso, que sirve en la de Zaragoza. Gaceta de Madrid, núm. 1, de primero de enero de1876.
·         Real decreto trasladando a la plaza de Magistrado de la de Granada a D. Luis Gonzaga del Mármol. Gaceta de Madrid, núm. 242, de 29 de agosto de 1876.
·         Real decreto trasladando al Magistrado de la Audiencia de Granada D. Luis Gonzaga del Mármol y Berben a igual plaza de la de Barcelona. Gaceta de Madrid, núm. 102, de 12 de abril de 1877.
·         Real decreto nombrando Magistrado de la Audiencia de Puerto Rico a D. Luis Gonzaga del Mármol. Gaceta de Madrid, núm. 257, de 14 de septiembre de 1878.
·         Real decreto promoviendo a una plaza de Magistrado de la Audiencia de la Habana a D. Luis Gonzaga del Mármol. Gaceta de Madrid, núm. 74, de 15 de marzo de1879.
[7] La Correspondencia Isleña. Santa Cruz de Tenerife, 28 de mayo de 1869.
[8] Maffiotte La Roche, L: Los periódicos de las Islas Canarias. Apuntes para un catálogo. Tres tomos. Biblioteca canaria. Madrid, 1905-1907.
[9] Padrón Acosta, S.: Poetas canarios de los siglos xix y xx. Edición, prólogo y notas de Sebastián de la Nuez. Aula de Cultura de Tenerife. Santa Cruz de Tenerife, 1978.
[10] Parroquia del Sagrario de la Catedral de Canarias. Libro xv de Matrimonios, f. 94v. Véase también Fernández de Béthencourt, F. et alt: Nobiliario y Blasón de Canarias. Cuatro tomos. J. Régulo editor. La Laguna de Tenerife, 1954-1967.
[11] Debo esta información a mi buen amigo el investigador don Miguel Rodríguez y Díaz de Quintana. Véase Álamo, N.: El Gabinete Literario. Crónica de un siglo [1844-1944]. Biblioteca del Real de Las Palmas. Las Palmas de Gran Canaria 2004.
Durante su permanencia en Tenerife, María del Mármol ya había participado en la organización de varios eventos musicales y sus excelentes facultades como intérprete destacadas por El Daguerrotipo, diario que se publicaba dicho puerto, en sus ediciones del 6 de abril de 1841 y 11 de mayo de 1841:

Próxima está ya la época de la segunda reunión general de los Sres. Filarmónicos de Tenerife, pues según tenemos entendido habrá de verificarse a fines del presente mes. Todos los que nos acordamos del lucimiento con que se llevó a cabo la que en el último año, venciendo multitud de inconvenientes, tuvo por fin efecto en el extinguido convento de San Francisco de esta Villa, no podemos menos de sentir singular placer al ver acercarse el tiempo en que disfrutaremos de nuevo de un espectáculo que tan gran brillo derrama sobre nuestras carísimas peñas.
Sabemos de positivo que el venidero excederá con mucho al pasado en perfección, magnitud y demás dotes musicales. Desde luego la época es más a propósito; no habrá que temerse, como la última vez, que la lluvia venga a echarlo a perder todo; por consiguiente se procederá con más calma y pulso. Las piezas que hayan de ejecutarse serán todas nuevas y del mayor gusto, tanto por lo que respecta a las de instrumentación como por lo que mira a las de canto.
La señorita doña María del Mármol, cuyos dotes filarmónicos son tan relevantes y cuyo carácter tan propenso a complacer merece la estimación del público a quien tan deliciosos ratos proporciona, se ha brindado como en la ocasión pasada a contribuir por su parte al embellecimiento de función tan eminentemente artística; y sabemos también de positivo que aguarda en el correo de Cádiz un gran Dúo de Belisario de tiple y bajo, que cantará acompañada del señor don Gregorio Álvarez, artista tan acreedor como la señorita del Mármol al aplauso y reconocimiento general […].
…………
Podemos publicar ya con alguna certeza la lista de las piezas de música que han de ejecutarse en el próximo concierto general de Tenerife.
Parte vocal
1º Variaciones de la ópera Ipermestra, ejecutadas por la señorita doña María del Mármol: esta pieza tan celebrada por si dificultad y dulce melodía, realzada con el talento y maestría de esta sobresaliente filarmónica, agradará sobremanera.
2º Gran dúo de L’Esule di Roma, cantado por la misma señorita y don Gregorio Álvarez.
3º Polaca de la ópera de los Puritanos, última obra de Bellini, ejecutada por la mencionada señorita del Mármol.
4º Grande aria de Gemma di Vergy, cantada por don Gregorio Álvarez.
5º En vez de un dúo de Belisario, que se aguardaba en el Buen-Mozo, se cantará el Final de la Norma: los verdaderos amantes de la buena música, deben alegrarse sin duda de esto, acordándose de la perfección con que lo desempeñó la ocasión pasada la señorita del Mármol y demás aficionados que la acompañaron. El Final de la Norma, es tal vez la más bella de las inspiraciones de Bellini, la pieza en que el genio melancólico de este malogrado compositor ha desplegado más talento dramático y sensibilidad.
Doña María de la Paz del Mármol falleció soltera, en Santa Cruz de Tenerife, en 1883. Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción. Libro XXXIII, f. 162v.
[12] La Aurora. Santa Cruz de Tenerife, 11 de abril y 17 de octubre de 1847.
[13] El Amigo del País. Santa Cruz de Tenerife, 1866, p. 163.
[14] Registro Civil de Marianao, Cuba. Sección de Defunciones. Tomo v, f. 245.

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