Exposición en el
Ateneo de Tenerife
Ilustración: “Margarita” de Rubén Darío. 1917 |
A comienzos del mes de mayo de 1916 le visitó en su casa de Las Palmas, en vísperas de su traslado a Tenerife, el escritor José Rial Vázquez [1888-1973]. En el texto, por demás hermosísimo, encontramos las primera referencias a la temible dolencia que condicionaría permanentemente su devenir existencial: la tuberculosis pulmonar. Rial, que le conocía desde hacía tiempo, lo encontró recuperado, exultante, animoso:
El caricaturista Reyes
Reyes nos recibe en su casa, entre
el ajetreo de una mudanza a Tenerife, en mangas de camisa, casero, cordial. Ha
perdido, a lo que veo, mucho de su antigua timidez. Sigue siendo el mismo buen
muchacho, tal vez un poco huraño, que conocimos hace tiempo, pero en sus ojos
hay energía, fe. Quizás en ese cambio haya influido un poco el curso de su
enfermedad, ya casi vencida. El hecho es que hallamos en sus ademanes más
decisión, en su lenguaje más soltura, y
en sus ojos, sobre todo, en donde se resumen toda la constancia, toda la
fortaleza y todas las ilusiones del artista, un brillo nuevo, una luz nueva.
Pasando de uno en otro asunto,
levantándose y sentándose con una movilidad que nos asombra en el que
conocíamos apocado, apático y casi indolente, nos enseña cuadernos, recortes,
caricaturas, pasteles, dibujos…
Y entre estos dibujos, que prepara
para una exposición que trata de celebrar en Tenerife, hay dos, especialmente,
muy bellos, y uno, sobre todo, que es un acierto rotundo, definitivo.
Percepción y una cabeza de mujer, son
los primeros,
Pesadilla el último.
En Pesadilla
todo está combinado para desarrollar el asunto: cielo, paisaje y personajes.
Hay en el dibujo no sólo seguridad en el manejo del lápiz y del color; hay
también ideas.
Es la tarde; una tarde que tiene
rojeces de sangre y morados de pena en el cielo. En un jardín, entre los
árboles sombríos, de un verde oscuro,
que se pierden en ese cielo cárdeno y rojizo, un amor llora no se qué
pena irremediable, y en primer término –un primer término que ocupa casi todo el
dibujo- una mujer consumida por el dolor, -por el amor tal vez-, una mujer que
tiene en la mano una manzana simbólica –fruta de pecado, -expira entre los
brazos de la muerte, que recoge, mordiendo, entre sus dientes descarnados, los
labios exangües, sus últimos besos…
Yo no puedo pintar la expresión del
semblante de la bella –porque es bella aún así al recibir el beso fatal-; yo no
puedo tampoco explicar con qué brillo siniestro se destacan las costillas de la
muerta sobre las negras alas, y la lívida calavera alargada sobre el verde de
la fronda.
Reyes me ha ofrecido ese dibujo si
no se vende en la exposición… Con pena lo he visto por ultima vez…
…………….
Hemos vuelto al faro y escribimos
estas cuartillas con entusiasmo, con fe, como si hiciéramos algo trascendental,
algo que hubiera de cimentar nuestra fama para siempre…
Y es que en
estos días de sol fuerte, de sol embriagador, hasta los pajarillos más humildes
tratan de escalar, poco a poco, las alturas, para que –aunque de lejos– poder
bañarse en luz
[10].
Ilustración: “La
Charca”, de Carlos Cruz. 1917
|
Una recaída grave en su padecimiento le impidió inaugurar la exposición que tenía prevista en el Ateneo de Tenerife y El Progreso, del 7 de julio de dicho año, se hace eco de la noticia: Encuéntrase enfermo de cuidado el notable caricaturista D. Manuel Reyes cuyo total restablecimiento deseamos.
El
mismo rotativo, el 21 inmediato anunciaba:
Ecos
El 30 del corriente quedará abierta al público una
exposición de dibujos y caricaturas. En el salón del Ateneo. El artista que
expone es Manuel Reyes Brito.
Aquí se conocen muy pocas de sus obras, Pero en los
centros artísticos no es desconocido el Sr. Reyes. Al contrario. Le conocen
mucho y le elogian mucho.
El catálogo de las obras, que figurarán en esta
exposición nos dicen que es muy artístico. Irá ilustrado con la reproducción de
algunos de los trabajos del Sr. Reyes.
Opinión
que corroboraba el Diario de Tenerife,
en idéntica fecha:
Personas que han podido ver algunas de las obras que el
notable artista D. Manuel Reyes Brito, expondrá dentro de pocos días en los
salones del Ateneo Tinerfeño, nos
aseguran que la exposición será verdaderamente notable
Nosotros aún no conocemos los trabajos del joven Reyes
Brito; pero tales elogios nos han hecho de este novel artista, que ya esperamos
con impaciencia la apertura de la Exposición, confiados en que serán
confirmados los distintos juicios críticos favorables al artista que hemos oído.
Ilustración: “Fiesta
de Luna”, de Sebastián Suárez León. 1917
|
De Arte
Exposición Reyes
Manuel Reyes Brito es artista que cumple sus promesas.
Una reciente enfermedad le obligó a diferir la exposición de sus obras.
Notablemente mejorado de esa dolencia, anunció para el 30 del corriente la
realización de su propósito y desde mañana, a las 12, hasta el domingo 10 del
próximo mes de Agosto, quedarán expuestas al público, en el salón del
"Ateneo Tinerfeño", la colección de dibujos y caricaturas que para
tal fin ha terminado el excelente dibujante.
Tenemos el catálogo a la vista. Artístico. Magnífico
anunciador de lo que esta exposición ha de ser. Nueve dibujos y veinte
caricaturas nos presenta ahora Reyes Brito.
Los dibujos llevan estos
lemas: Mi
mesa, El Benjamín de la cas, Bebé,
Percepción, Idealidad, Mañana de
sol, Pesadilla, La maja gitana y Capricho.
Algunos de ellos son sencillamente admirables. El público
se convencerá mañana de que no exageramos.
Las caricaturas representan a varios, señores de la
localidad, qua tal vez no tomen muy a bien la buena intención del artista,
porque aquí hay poca costumbre de esas cosas.
Como hemos visto los nombres
en el catálogo, allá van los de los señores caricaturados. Y el que esté feo
que se aguante Con haber nacido más bonito se libraría de que el lápiz de este
mágico corriese grotescamente sobre el papel.
D. Jacinto Casariego, «Crosita», D. Benito Pérez Galdós, D. Ildefonso
Maffiotte, D. Néstor Fernández de la Torre, D. Ramón Gil Roldán, D. Manuel
Filpes, D. Francisco Cabrerizo, D. Juan Martí, D. Francisco Bonnín, D. Rubén
Marichal, «Jacinto
Terry»,
D. Patricio Estévanez, «Carlos
Cruz»,
D. Francisco Izquierdo, Monsieur
François, D. Guillermo Cabrera Felipe, D.
Luis Zamorano Benítez, don Juan Claveríe y D. Pedro Guezala.
…
El señor Reyes nos pide hagamos saber al público,
que por omisión de la imprenta donde confeccionó los catálogos, se dejó de
poner entre las personas caricaturadas a D. Manuel Verdugo.
De
este folleto nada podemos decir, porque no hemos alcanzado a verlo. ¿Tendría la
misma estructura que Líneas? El hecho
de que fuera calificado por el cronista de artístico
nos hace sospechar que tuviera una apariencia similar al realizado para su
exposición en El Gabinete, aspecto de cuidada edición que compartía con el Álbum de caricaturas de su amigo Juan
Claveríe.
El
día 31 siguiente daba cuenta el mismo periódico que:
Ayer quedó inaugurada en los salones
del Ateneo la Exposición Reyes. La concurrencia fue verdaderamente
extraordinaria. El éxito obtenido por Manuel Reyes indiscutible.
Figuran entre la colección de dibujos
algunos trabajos de gran mérito. El público no se cansaba de elogiar al joven
artista.
Las caricaturas, lo más saliente de
la Exposición porque a ellas ha dedicado de esta vez especial preferencia,
constituyen un plausible acierto. Algunas, entre las que recordamos las de
Galdós, Gil Roldán, Casariego y Filpes, son bastantes para acreditar una firma.
La Exposición estará abierta hasta
el domingo próximo.
Repetimos nuestra más entusiasta
enhorabuena a Manuel Reyes, que a estas horas debe encontrarse satisfecho
porque el público de Tenerife ha sabido corresponder a sus desvelos.
Su
amigo Sebastián Suárez León envió desde Las Palmas al diario La Prensa el hermoso texto que
reproducimos a continuación y que fue publicado en la edición del día primero
de agosto:
De Arte
Exposición-Reyes
En estos días desfila el público
tinerfeño por la exposición de caricaturas y dibujos del joven artista Manuel
Reyes, y ante esta ostentación de modestos trabajos tengo por seguro que el
buen juicio y la acertada apreciación de los inteligentes, darán su fallo
favorable.
Reyes tiene entusiasmos, trabaja con
ahínco, sabe elegir entre los más hábiles maestros del lápiz, el camino que su
criterio le señala para conquistar la afirmación definitiva del triunfo, y
además, es modesto.
Alentarle en su obra, estimularle en
su trabajo, deber es de agradecidos y discretos. Porque si Reyes no tuviera el
gran valor de sus indiscutibles aptitudes, el sólo hecho de exponerse al ruin
veneno de la crítica de los pretenciosos y de los pedantes, rompiendo la
ecuanimidad de una vida vulgar sin sacudidas espirituales ni manifestaciones
culturales, -esto sólo, repito- le vale un aplauso.
………
Anuncio
de Bazar X
|
Hay en las caricaturas de este
dibujante en formación, buena orientación, fácil manejo del trazo sobrio y elegante
sin recurrir a exóticas cabriolas de procedimientos arbitrarios, que muchos
ignorantes ha dado en llamar modernismo…
Y si por modernismo en el dibujo,
como en literatura, se entiende el desfigurar de una manera insoportable la
realidad y el estilo para sentar plaza de exótico y original, yo detesto y
condeno el modernismo. No puede contar con mi asentimiento y mi admiración en
materia de arte, todo lo que lejos de ser reflejo de lo real, copia y fastuoso
comento colorista de lo objetivo o exteriorización de hondas pasiones y
complejidades de ánimo, se basa y cimienta en una escuela falsa, artificiosa,
llena de extravagantes osadías.
En el dibujo, todo lo que sea raro
retorcimiento y dislocación inverosímil de la línea; contorsión deforme de una
figura, rota por la violenta quebradura del contorno con torpes alardes de
técnica avanzada, ya se considera como un asomo de originalidad y valía; cuando
muchas veces no es otra cosa que un recurso burdo, gastado, casi pueril, para
ocultar ante la mayoría del público, -horro de serena penetración analítica-,
la falta de condiciones y la escasez de aptitudes.
Manolo Reyes, sin llegar aun a esos
deplorables extremos del snobismo pictórico, pede decirse que es un feliz
humorista del trazo, un ironista de la línea. Sabe copiar la nota propia que
distingue a un carácter; sabe sorprender el momento propicio, retratar la
actitud, cazar el gesto pasajero, retener el tic nervioso de una fisonomía
vivaz para que su lápiz opere el milagro de hacer de unos cuantos trazos
fáciles la identificación con la realidad.
En muchas de sus caricaturas hay
como un gesto inofensivo de grácil burla que retrata y exterioriza a todo un
temperamento. Bailotea en ellas la inquietud de una ironía desconcertadora, y
de ahí que a veces no sepamos si la seriedad es mofa y desdén, o la alegría
paradójica de sus dibujos es gravedad histriónica de desengañado. Y esto, que
es una revelación y un acierto, acusa a mi modo de ver el más valioso rasgo de
sus obras caricaturescas.
En los trabajos que Reyes presenta
al público de Tenerife, se observará conocimiento del género que cultiva. Y si
en algunas de sus caricaturas hay todavía algo así como una vacilación y un
balbuceo, bien disculpables si se tienen en cuenta las dificultades de esta
labor y la falta de ambiente que robustezca su personalidad artística, hay en
cambio en todas ellas verdadero espíritu de artista bien orientado, y en muchas
as afirmación rotunda de quien ya ha llegado.
Tienen, pues, los dibujos de Manuel
Reyes , corrección en la línea, delicadeza de expresión, atildamiento y buen
gusto en el asunto, grato colorido tratado con regular acierto; detalles todos
que, bien acoplados a saludables preceptivas del arte; desentrañando de todos
estos precisos elementos de técnica y de concepción lo que constituye el
secreto de un estilo y el privilegio de una escuela para adaptarla a las
propias facultades ansiosas de orientación y de norte, cabe afirmar que el que
hoy se presenta al público despertando esperanzas, puede muy bien ofrecernos no
en muy lejano plazo el fruto de una labor llena de originalidad y observación.
La exposición Reyes dirá a todos lo
que este muchacho laborioso y modesto es, lo que vale y promete. Y yo tengo por
seguro que los inteligentes, loa analizadores desapasionados, los que saben de
arte y pueden apreciar dificultades, confirmarán mi juicio.
Manuel Reyes Brito: Benito Pérez Galdós
|
Joaquín
Fernández Pajares, que firmaba sus trabajos periodísticos con el seudónimo Jacinto Terry, en su columna habitual,
que llevaba por título “Dietario”, dio a la estampa en El Progreso del 2 de agosto, este artículo:
La Caricatura
En el Ateneo. Las nueve de la noche.
Varias jóvenes miran las caricaturas. El ingenio y la habilidad de Manolo Reyes
han logrado fijar la atención pública. A eso aspiran los artistas. Las jóvenes
ríen al ver los trazos grotescos de nuestros hombres más conocidos. ¡Pero qué
feos, hija! ¡Pues no te digo nada de éste, Pura; la nariz parece un cartabón!
Hija, si las mujeres mirásemos a nuestros novios respectivos por el lado de la
caricatura, ¡cualquiera se casaba! ¡La verdad que si ellos nos mirasen también
a nosotras por el mismo lado!... Cierto; los novios y las novias son como los
fotógrafos de nombradía: no atienden más que al retoque.
Y a pesar de las líneas ridículas,
todos los que están allí caricaturados parecen bonísimas personas. ¡Y los hay
con cada genio! ¿Quién diría que algunos de aquellos compungidos son los
revoltosos de ayer, los ariscos de hoy y acaso los ordenancistas de mañana? Al
ver a los hombres con aquellas caras, largas, como salidas de un duelo, y
aquellos gestos, arrugados, como si se engendrasen en un padecimiento del
estómago, nadie se atrevería a recoger el pensamiento de que los gestos y las
caras son inevitable consecuencia de la manera de tenerse en público.
Reyes ha buscado sólo el aspecto
grotesco en las víctimas de su lápiz. Pero ha esquivado la crueldad. Unos ojos
desmesurados. Una boca perdida. Una frente en graciosa confusión con la nariz.
Un bigote en el aire. Unos brazos doblados sobre el pecho Eso es todo. Ni una
sola vez surge en las caricaturas de Reyes el intento de molestar. ¡Y cuidado
si hay materia para un dibujante humorista en aquella colección de figuras
representativas!
Las muchachas son las que hablan en
la Exposición. Bien dicen los que dicen que la franqueza solo reside en la
juventud. Oye, Tulita, a éste lo hubiera yo pintado bebiendo. Y yo a éste
cantando. ¿Y dónde me dejas a éste? No, lo que es a este lo dibujaba yo con un
vaso en la mano y cien dentro del cuerpo. Y a este arreglando las calles y
cuidando los jardines. Y a este lo hubiera yo vestido de cura, para que lo
libre Dios de los malos pensamientos. Y a este…
Tal vez sea la caricatura lo mejor
del arte pictórico. Como el humorismo es lo mejor de la literatura. Goya veía
muy bien el lado ridículo de las cosas y sus trabajos cómicos pueden figurar
dignamente junto a sus majos y manolas. Lo mejor de los sainetes de don Ramón
de la Cruz son sus ironías, que hoy nos parecen inocentes y en su tiempo
debieron ser temibles advertencias. Pintar la realidad quizás no sea un mérito
muy grande. Desquiciar la realidad para encajarnos luego en la realidad, acaso
sea empresa digna del mayor encomio.
Ayer lo decía en el Ateneo un
distinguido caricaturado. Jamás me he tenido por un hombre guapo; pero después
de ver desdoblada mi fealdad, voy limando mentalmente las asperezas del lápiz
de este joven dibujante y me parece que no soy tan feo. Los demás sonreímos
ante la consoladora reflexión. Naturalmente sin prestarle nuestro asentimiento.
Cuando anoche visitamos, por cuarta
o quinta vez, la Exposición tuvimos una grata sorpresa. Uno de los dibujos, el
que ostenta el lema «Idealidad», tiene en la parte superior una tarjeta con la
inscripción siguiente: Vendido. Por algo augurábamos todos al joven artista un
éxito completo No es tan fácil vender en Santa Cruz trabajos de esta índole.
Desearíamos saber el nombre del comprador. Realmente se presta a la curiosidad
pública y bien merece un elogio quien de tan regia manera gasta su dinero.
Afortunadamente para los
caricaturados, sobre ninguno de los grotescos dibujos de Reyes figura la
palabra «Vendido». Seria ocasión para muchas bromas de dudoso gusto. Se ve que
a los allí representados ni aún en caricatura los quieren.
En suma, un triunfo para Reyes. Este
joven se ha impuesto en muy pocos días. Un triunfo para el Ateneo. Y un triunfo
para las muchachas, que han tenido ocasión de reír con las exageraciones del
lápiz de Reyes.
¿De Reyes? Terminemos este ligero
apunte. No sea cosa que por dar la enhorabuena al notable dibujante, nos salga
un chiste malo de los puntos de la pluma.
El Progreso,
una vez más, se ocupa de la trayectoria artística de Reyes y, el 19 de agosto
informa:
Florilegio.
La notable revista literaria
«Florilegio», que se publica en Las Palmas, ha dedicado su último número al
caricaturista Manolo Reyes, con motivo de la Exposición de sus meritísimos
trabajos celebrada en esta ciudad recientemente.
La misma revista reproduce «La
caricatura», trabajo periodístico que corresponde al «Dietario» de nuestro
compañero «Jacinto Terry».
Viñetas satíricas
y dibujos publicitarios
En
la plaza de la Constitución. 1917
Lo que ven los parroquianos del “British”. 1917 |
Pitos y
Flautas y El Diablo Cojuelo constituyen, para el
doctor González, la élite de las revistas
de humor isleño. Editadas en 1914-1915 y 1917, respectivamente, considera
este autor que son, tal vez, las más
interesantes revistas modernistas de humor gráfico en las islas […] en las que el grafismo de Reyes adquiere su
sello característico, con un modo de entender la viñeta realmente moderno
[14].
De
Pitos y Flautas tan sólo se conocen
tres entregas. Los dibujos, con formato de viñeta y temática de sátira cruel
político-económica, fueron firmados por Reyes con un nuevo seudónimo: Luzbel. Quizás el dibujante quería hacer
pública, veladamente, su independencia, de acuerdo con el ¡Non serviam! que Lucifer pronunció ante Dios justo antes de perder
su favor y precipitarse en la caída. En cualquier caso, el tono subido de las
críticas aconsejarían a nuestro autor refugiarse tras un sobrenombre, para
evitar posibles represalias, caldeado como estaba el ambiente local por las
beligerantes banderías de anglófilos y germanófilos que se formaron en el
archipiélago como consecuencia de la Primera Gran Guerra.
En El Diablo Cojuelo, revista de humor gráfico modernista excepcional, al decir del
doctor Frank González, ya no sólo serán
suyas las viñetas y caricaturas, sino todo el proyecto editorial y el diseño de
la revista [15]. En esta publicación, de la que actualmente se conocen
otros tres números, editados en Santa Cruz de Tenerife en el mes de noviembre
de 1917, figuran varios anuncios publicitarios realizados por Reyes.
Castalia 1917
|
Castalia
Fue
1917 un año de intenso trabajo para el dibujante Reyes, a pesar de sufrir
frecuentes recaídas en el transcurso inexorable del mal que padecía. En enero,
un día después de la festividad de Reyes, salió a la calle en Santa Cruz de
Tenerife, el primer número de Castalia,
la publicación periódica modernista por excelencia de Canarias. No es nuestra
intención detenernos en lo que significó este hito de la bibliografía –el
diccionario no registra el término hemerografía, que nos parece más adecuado-
insular y en su importancia crucial en el devenir estético de las artes
gráficas en el archipiélago. Queda para otra ocasión. Nos limitaremos a
relacionar las obras de Reyes estampadas en la publicación, a partir de enero
de 1917 y hasta el 20 de agosto del mismo año en que vio la luz el número 22,
último de cuantos la componen.
Núm.
1. 7 de enero, p. 6. “El suicidio de Juan Manuel”, de Carlos Cruz.
Núm.
2. 14 de enero, cubierta.
Núm.
2. 14 de enero, p. 7. “Apocalipsis”, de Luis Rodríguez Figueroa.
Núm.
3. 23 de enero, p. 7. “La Charca”, de Carlos
Cruz.
Núm.
4. 29 de enero, pp. 6-7. “Don Benito Pérez Galdós”, de Ildefonso Maffiotte.
Núm.
5. 7 de febrero, cubierta. Retrato de Rubén Darío.
Núm.
5. 7 de febrero, pp. 10-11. “Margarita”, de Rubén Darío.
Núm.
5. 7 de febrero, contracubierta. Anuncio de Bazar X.
Núm.
6. 14 de febrero, p. 6. “Campos de infancia”, de J. Medina Miranda.
Núm.
11. 26 de marzo, cubierta. Retrato de Bernardo Benítez Braun.
Núm.
12. 31 de marzo, cubierta. Retrato de María del Pino Rufino y Hernández.
Núm.
12. 31 de marzo, p. 3. “Néstor”, de Ildefonso Maffiotte.
Núm.
12. 31 de marzo, p. 7. “La virtud, el amor y el vicio”, de Cristóbal Bonilla.
Núm.
13. 10 de abril, pp. 6-7. “La fea”, de Ildefonso Maffiotte.
Núm.
14. 18 de abril, p. 6. Caricatura de Juan Martí Dehesa.
Núm.
15. 23 de abril, p. 3. Caricatura de Diego Crosa y Costa.
Núm.
15. 23 de abril, p. 6. Nota cómica. Lo que ven los parroquianos del “British”.
Núm.
19. 15 de junio, p. 3. “Fiesta de Luna”, de Sebastián Suárez León.
Núm.
21. 15 de julio, p. 3. Caricatura de Sebastián Suárez León.
Núm.
22. 20 de agosto, cubierta.
Núm.
22. 20 de agosto, p. 10. En la plaza de la Constitución.
Castalia 1917
|
Como
ya dijimos, el número 95 de Florilegio
fue la antesala formal de Castalia.
Pero su contribución fue más allá, implicándose en lo personal y económico con
el proyecto editorial, a pesar de su carencia de medios, de forma que la
redacción del propio semanario, en su número del 31 de marzo hacía manifiesto
que:
La ampliación que corresponda al
primer premio de nuestro Concurso de Bellezas Canarias, será un magnifico
retrato al óleo pintado por el joven y notable artista Manuel Reyes.
La
Gaceta de Tenerife, el 26 de mayo
inmediato, resaltaba que:
Hemos tenido ocasión de admirar la
última producción del notable artista Manuel Reyes, y no podemos menos de
reconocer que como todas las suyas, esta nueva obra de arte, merece las mayores
alabanzas.
Ha sido un gran acierto, el retrato
que ha hecho de la bellísima y distinguida señorita Mercedes Acha, hija de
nuestro respetable amigo, el comandante señor Acha, primer premio de belleza
del concurso organizado por la revista «Castalia».
Las numerosas personas que han
desfilado por el estudio del señor Reyes, han quedado gratamente sorprendidos
del verdadero parecido, y de la elegancia y colorido del dibujo.
Próximamente se expondrá, en un
escaparate de esta Capital.
A las muchas felicitaciones que ha
recibido el joven amigo, unimos las nuestras muy sinceras.
Y
El Progreso ampliaba la noticia, el
30 del mismo mes, en estos términos:
Hoy será expuesto al
público en el escaparate del establecimiento de D. Alberto Camacho el retrato
al óleo de la señorita Mercedes Acha, primer premio del concurso de bellezas
organizado por la revista Castalia, y que ha sido pintado por don Manuel Reyes Brito.
Este
mismo año, un periódico de la ciudad en la que vivía, daba cuenta de una nueva
exposición del artista:
El notable caricaturista palmero D.
Manuel Reyes, residente en esta capital, ha organizado en los salones del Real
Nuevo Club, de Santa Cruz de La Palma, una exposición de sus obras pictóricas [16].
De vuelta a Las
Palmas: enfermedad y muerte
Tras
cuatro años de fructífera permanencia en Santa Cruz, Manuel Reyes Brito retornó
con su familia a Las Palmas en 1920.
Su
estrella, a la par que su existencia, parece que se va eclipsando. Su padre y
su hermano José mueren en 1922 y 1927. Transcurren años oscuros para el
artista. Las islas sufren las adversas consecuencias económicas de la
postguerra europea. Su actividad artística se ve reducida notablemente. El día
primero de julio de 1921 dedicó a su amigo Francisco de Armas, hermano del
escritor y, también humorista gráfico, José de Armas Medina una caricatura de
Victoria Macho [17].
El
12 de julio de 1923, La Provincia
publicó otra, excelente, de Mariano Utrera y Cabezas.
Años
más tarde, ya a comienzos de 1928, diseña la cabecera y forma parte de la
redacción del diario El País.
La
Gaceta de Tenerife, en su edición del
28 de enero de dicho año, advertía del preocupante estado de su salud:
Se encuentra enfermo en Las Palmas
nuestro compañero en la Prensa don Manuel Reyes Brito, redactor de El País, de aquella ciudad.
Fue El País, quien publicó, en primera
página, su necrología, el domingo 29 de enero de 1928:
Manolo Reyes
Aún no se ha cumplido el primer mes
de nuestra existencia y ya tenemos que lamentar tan irreparable pérdida: Manolo
Reyes Brito, nuestro dibujante más preciado, nuestro amigo más entrañable,
murió ayer a las doce en uno de esos días fríos, ventosos, desapacibles, que
tan profunda huella dejaban en su espíritu. En realidad las consecuencias de la
penosa enfermedad que le ha llevado al sepulcro en plena juventud hacía tres
días se habían agudizado de tal manera que toda esperanza de salvación fue
abandonada por imposible.
Hacer el elogio de Manolo Reyes,
calientes aún sus restos mortales, es una de esas duras necesidades que nos
impone nuestra profesión. Hubiéramos anhelado dar tierra a sus restos mortales
y, aquietado el dolor, mirar su vida desde una perspectiva luminosa.
Desde la publicación de “Florilegio”
–que fundara con ayuda de Bartolomé S. Padilla y de nuestro director– el nombre
de Reyes gozó del aura popular. Fue de los prematuramente elegidos, de los que
pasan su existencia quemándose enteros al arrullo de un sueño imposible. Pero
no supo arbitrar a sus enormes facultades artísticas ese punto de reposo, esa
profunda continuidad que necesita semejante labor. Y así su obra, desperdigada,
suelta, que fue del dibujo ligero al óleo lentamente madurado, carece de ese
amplio frente único que hace recordar, de un modo perenne, el nombre de sus
creadores.
Mas con todo y ser Reyes un pródigo
derrochador de su existencia y de sus facultades, él solo se ha bastado para
constituir en nuestra prensa local una época de renovación. Y nadie como él ha
sabido interesar a sus conciudadanos con los oportunos frutos de su lápiz.
Hace tiempo veía minada su
existencia. Al frente de la dirección artística de nuestro diario, apenas si su
quebrantada salud le diera ocasión para hacer otra cosas que los admirables
dibujos publicados en nuestras columnas y dibujados para una serie en que se
proponía perpetuar el recuerdo de las mujeres que alegran la calle de Triana.
Reciban su madre y hermanos nuestro
más sentido pésame por tan sensible pérdida.
La Tarde de Santa Cruz de Tenerife,
el día primero de febrero de 1928, le dedicó estas líneas:
Los que mueren
Ha fallecido el dibujante Manolo
Reyes
En Las Palmas, donde residía desde
hace algún tiempo, ha fallecido el que fue notable dibujante y excelente amigo
Manolo Reyes.
En Santa Cruz vivió durante tres o
cuatro años y su talento y su afabilidad le crearon numerosas amistades.
Era dibujante de gran valía; pero su
carácter tímido y al mismo tiempo rebelde a toda clase de imposiciones no le
consintieron el triunfo definitivo, que seguramente lograría con muy poco
esfuerzo que hubiera puesto de su parte.
En el salón del Ateneo de esta
ciudad, cuando estuvo instalado en la plaza del Príncipe, hizo Manolo Reyes una
exposición de varias de sus obras, la que mereció grandes elogios de cuantas
personas la visitaron.
Después continuó trabajando en su
arte; pero sólo muy de tarde en tarde daba muestras de su talento.
Ha muerto joven, lleno todavía de
ilusiones. Enfermedad lejana que no fue posible dominar, y que acaso contribuía
a aumentar su timidez y desgana, le ha llevado al sepulcro.
Sentimos esta
pérdida y hacemos presente nuestras condolencias a sus familiares.
Acabó
la corta vida de Manuel Reyes Brito en su casa de la calle de Villavicencio
número 17, a
las once horas de la mañana del día 28 de enero de 1928, cuando contaba treinta
y cuatro años de edad [18].
Notas
[10] La
Prensa. Santa Cruz de Tenerife, 25 de mayo de 1916.
[11] González, F.: “Manolo Reyes.
El trazo perdido de un dibujante”. Moralia
1. Moya, marzo de 2002.
[12] González, F.: art. cit.
[13]
González, F.: “Modernismo y
humorismo gráfico en Canarias 1899-1926” en Modos
modernistas [La cultura del modernismo en Canarias 1900-1925]. Cabildo de
Gran Canaria. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Casa Museo Tomás
Morales. CajaCanarias. Madrid, 2000.
[14]
González, F.: “Manolo Reyes. El
trazo perdido de un dibujante”. Moralia 1.
Moya, marzo de 2002.
[15]
González, F.: “Manolo Reyes. El
trazo perdido de un dibujante”. Moralia 1.
Moya, marzo de 2002.
[16]
El Imparcial. Santa Cruz de Tenerife, 27
de febrero de 1918.
[17] Esta caricatura, que se encuentra en
la Casa Museo Tomás Morales de Moya, ha sido convenientemente identificada por
el doctor Javier Campos Oramas, véase: Campos
Oramas, J.: El imaginero José de
Armas Medina. Fundación Mapfre Guanarteme. Las Palmas de Gran Canaria,
2008.
[18]
Registro Civil de Las Palmas. Distrito de Vegueta. 29 de enero de 1928. Núm.
81.
Tengo barios recorte de periodicos de la epoca,tengo la caricatura de, Mariano Utrera y Cabezas,(Dibujo por Reyes).
ResponderEliminarTengo de Alberto Manrique de Lara y Fierro.1923..
Y de (Jose de Armas M.
La caricatura de Mariano Utrera y Cabezas, se encuentra en Galeria Pulido.
ResponderEliminarQuerido Carlos: Varios motivos más para que te decidas de una vez a vernos en la Villa y Puerto.
ResponderEliminar1º/ El "escritor y humorista gráfico" que aludes, José de Armas Medina, es mi padre (q.e.p.d), el cual no se puede decir con propiedad que fuera escritor, y sí escultor (lapsus linguae?) Tengo un ejemplar del libro de Javier Campos Oramas para ti.
2º/ La caricatura que dedicó Reyes a mi tio Paquico y que efectivamente está depositada en la Casa Museo de Tomás Morales, es de mi propiedad.
3º/ Me interesa sobremanera contactar con el "Anónimo" del comentario del pasado 17 de mayo para saber lo que dice tener de mi padre y si fuera posible obtener copias.
Y 4º/ Lo más importante: Entre los muchos y excelentes libros antiguos que hace dos años me legó un viejo amigo, lo más moderno que encontré fue nada menos que el folleto LINEAS (1916), de Reyes, completito y en muy buen estado, a disposición de tu cámara fotográfica.
Así que ya sabes. Un fuerte abrazo
Querido Pepe:
ResponderEliminarNo sé bien cómo lo haces pero siempre me sorprendes gratamente. Lo del folleto Líneas me ha dado una alegría enorme. Sólo he podido ver fotocopias de algunas caricaturas, no todas.
Con respecto a la cita de tu padre creo que la tomé del libro de Javier Campos, que tuvo la gentileza de regalarme en su momento, y siento haberme equivocado. Lo bueno de estos blogs es que siempre puedes rectificar.
No tenía pensado ir a Las Palmas hasta que hiciera un poco más de fresco, pero sí quiero ir a Agaete, porque tengo un asunto pendiente con Chano Sosa, y estoy buscando el momento para viajar un sábado a primera hora hasta tu pueblo y volverme en el último barco. Será la ocasión para que me enseñes tu magnífico archivo. No sabes cuánto me interesa todo esto. Nunca se sabe cuando te hará falta una imagen, sea la que sea, para un libro. Últimamente lo escaneo todo y asi, cuando surge la oportunidad ya lo tengo.
Saluda a tu mujer en mi nombre y a los dos les deseo que pasen un verano delicioso.
Hasta pronto
Para josé Armas Díaz,tengo tres caricaturas de Don José Armas Medina.Son recortes de periódicos de la época, estan publicadas en GALERIA PULIDO. Para más información dejar el mensaje.
ResponderEliminarInteresantísimo el estudio sobre Reyes. Estoy realizando un estudio sobre Alonso Quesada y su relación con el mundo del arte y con otros artistas, así que agradecería cualquier dato.
ResponderEliminarMuchísimas gracias